Ante los problemas que se nos pueden plantear a diario, generalmente llevan una cuantificación económica, que en muchas ocasiones es difícil, primero identificarlas y en segundo lugar valorarlas.
No solo sucede en el ámbito empresarial, en que en muchos casos necesitamos saber el valor de una empresa, de un perjuicio ocasionado por terceros o de la ejecución o no de relaciones contractuales.
En el día a día, también nos encontramos con situaciones que no son fáciles de resolver. Ante un divorcio, la disolución de gananciales, la división de una empresa familiar, la aceptación de una herencia, son situaciones que generan incertidumbre y por consiguiente, ansiedad ante quien la padece